Sea cual sea el tamaño de su edredón, deberá adaptar su técnica de lavado según su material y antigüedad (Nuevo, de plumas, de algodón, amarillento...).
Su edredón le acompaña cada noche, acumulando polvo, ácaros, sudor y a veces manchas más importantes como pipí o vómito. Para garantizar una higiene impecable y prolongar la vida útil de su ropa de cama, es esencial adoptar las buenas prácticas de lavado según el tipo de edredón (sintético, plumón, pluma de oca) y su tamaño (gemelos, dobles, queen size o king size).
¿Con qué frecuencia lavar un edredón?
La frecuencia ideal para limpiar un edredón es aproximadamente dos veces al año. Sin embargo, si sufre alergias o si ocurren accidentes (manchas difíciles, sudoración excesiva), se recomienda un lavado más regular. Para los edredones usados por niños o personas sensibles, una limpieza cada tres meses puede ser beneficiosa.
¿Lavadora o tintorería: qué método elegir?
La elección entre lavado en lavadora, en tintorería o en lavandería depende de la capacidad de su máquina y del material del edredón. Un edredón de poliéster o sintético generalmente puede lavarse en casa, mientras que un modelo de plumón o pluma de oca a veces requerirá un paso por la tintorería para evitar alterar sus propiedades térmicas.
¿A qué temperatura lavar un edredón?
La temperatura de lavado juega un papel clave en la eliminación de ácaros y bacterias:
- 30 °C: adecuado para edredones delicados o ligeramente sucios.
- 40 °C: ideal para un mantenimiento habitual.
- 60 °C: recomendado para un edredón muy sucio (pipí, vómito) y para erradicar los alérgenos.
- 90 °C: raramente aconsejado, ya que puede dañar las fibras.
Prefiera un centrifugado suave y un secado al aire libre o en secadora a baja temperatura, con pelotas de secado para conservar el esponjosidad del edredón.